El hidrófugo es un producto químico utilizado para repeler el agua y evitar la penetración en las superficies de materiales como ladrillo, piedra, mármol, concreto y mortero. Su uso es común en fachadas y culatas de edificios, patios y jardines, y también se puede aplicar en tejas de barro como anti-hongo.
El modo de uso del hidrófugo suele ser mediante la aplicación de una o varias capas con una pistola, fumigadora o brocha sobre la superficie previamente limpiada y seca. Es importante realizar ensayos de campo para determinar la cantidad de capas o producto necesario por metro cuadrado, ya que esto puede variar según el tipo de superficie y su absorción.
Entre los beneficios de utilizar hidrófugo, destaca su facilidad de uso y que es un producto base agua, por lo que no daña el medio ambiente. Además, protege las fachadas de la suciedad, el polvo y el hollín, disminuyendo los costos de mantenimiento a largo plazo. También reduce la posibilidad de formación de manchas, eflorescencias, musgos y líquenes, y permite que la superficie respire.
En cuanto a sus datos técnicos, el hidrófugo se presenta como un líquido amarillento y su consumo suele ser de 150 ml/m2/capa. Tiene una viscosidad de 300-400 cps a 25°C y un pH de 8-9. Su tiempo de secado es de aproximadamente 4 horas a 25°C y su duración varía según la exposición y el uso, pero suele ser de 5 años.
Entre las preguntas más comunes sobre el hidrófugo, se encuentran si es necesario aplicar varias capas, si puede cubrirse con pintura y si es resistente a la intemperie. La respuesta a estas preguntas es sí, en general se recomienda aplicar varias capas para garantizar la protección adecuada, el hidrófugo se puede cubrir con pintura una vez seco y es resistente a la intemperie.
En resumen, el hidrófugo es un producto útil para proteger las superficies de ladrillo, piedra, mármol, concreto y mortero de la penetración del agua y evitar la formación de manchas y hongos. Su uso es sencillo y tiene múltiples beneficios, como reducir los costos de mantenimiento y permitir que la superficie respire. Además, es un producto base agua que no daña el medio ambiente y es resistente a la intemperie. Por lo tanto, el hidrófugo puede ser una buena opción para proteger y prolongar la vida útil de las fachadas y otras superficies expuestas al agua.
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